La guerra siria se decide en Alepo

, de Álvaro Ibáñez Fagoaga

La guerra siria se decide en Alepo
Bombardeos en la ciudad siria de Alepo sobre los que Al-Nusra se declara responsable. Imagen de octubre de 2012. CC BY 2.0

La primavera ha llegado. Y con ella, las operaciones militares en suelo sirio vuelven a recrudecerse. La batalla por Alepo parece estar convirtiéndose en el enclave preponderante en la guerra en Siria. Al-Assad, Frente Al-Nusra, Estado Islámico, y rebeldes de toda clase y condición preparan ahora la que se espera que sea una de las batallas más sangrientas en la historia del conflicto.

Al-Assad se la juega en Alepo

Apenas pasadas dos semanas de la reconquista de la emblemática ciudad de Palmira, Al-Assad vuelve a exhibir músculo a través de una panoplia militar pocas veces vista antes en Siria. 12.000 soldados del EAS (Ejército Árabe Sirio) serán apoyados por tropas de choque de las milicias libanesas de Hezbolá, curtidas durante décadas en sus luchas frente a Israel. Por si esto fuera poco, fuerzas especiales del ejército iraní junto a la aviación rusa esperan aportar también su granito de arena en la batalla que parece estar decidiendo la continuidad en el poder del dictador. Y es que una vez más, el incombustible jefe supremo del estado sirio ha anunciado una nueva ofensiva sin precedentes en el conflicto. Sabedor de que las Conversaciones de Ginebra proseguirán en un futuro, el dictador no deja escapar la oportunidad perfecta para dar la estocada final a los rebeldes de la segunda ciudad del país. Pero no es esta la única amenaza que Bashar pretende descabezar en Alepo. Frente Al-Nusra , filial de Al-Qaeda en Siria, ha visto aumentar su poder de una manera vertiginosa, llegando a situarse prácticamente a la par del propio Estado Islámico. Además, sus posiciones en Alepo son considerables, por lo que esta será una ocasión inmejorable para desestabilizar también a esta agrupación terrorista. Y así de paso matar dos pájaros de un tiro.

Rebeldes en la encrucijada

Por otro lado, el bando rebelde se encuentra ahora más acorralado que nunca. Asediados, faltos de pertrechos y con una aguda escasez de munición y alimentos, la desesperación dentro de las filas rebeldes parece estar alcanzando sus cotas más altas. Alepo, principal bastión militar y moral de la oposición, es la única gran ciudad de Siria en la que la presencia de estos grupos sigue siendo verdaderamente fundamental. Además, estos hombres conocen bien la represión que ejerce el dictador sirio entre sus enemigos. Al-Assad no dará cuartel. Si la ciudad cae, la suerte estará echada para los rebeldes. Y eso es algo que hasta ellos mismos admiten.

Sin embargo, ni siquiera estos rebeldes parecen formar parte ya de un plan futuro para una Siria libre y democrática. Poco queda ya de aquel Ejército Libre Sirio que salió a combatir al dictador en 2011. Sin una financiación clara, y con los grupos extremistas en constante auge, esta agrupación miliciana ha languidecido durante todos estos años hasta encontrarse cercana a su más absoluta disolución. Los que no murieron, huyeron. Y los que no, pasaron a engrosar las filas de las milicias radicales. Y es precisamente aquí donde el conflicto parece volver a enquistarse de nuevo. Ahrar Al-Sham , por citar una en concreto, no presenta apenas disparidad con el yihadismo convencional. Comparten premisas y objetivos tanto del EI como de Al-Qaeda, por lo que el apoyo a este tipo de organizaciones será totalmente infructuoso si con ello se pretende establecer un régimen democrático en Siria.

Además, estas milicias siguen creciendo a un ritmo vertiginoso. Ahrar Al-Sham, con más de 20mil combatientes, se presenta ya como la mayor agrupación miliciana del país. Una agrupación que ya ha anunciado que pretende aplicar la ley islámica más rigurosa en todos y cada uno de los lugares que consiga conquistar.

Al-Nusra, la cara oculta del yihadismo en Siria

Una vez inmersos en el panorama yihadista, Al-Nusra, filial de Al-Quaeda en Siria, parece estar convirtiéndose en el nuevo portaestandarte de la “Guerra Santa” en el país. Los países occidentales, centrados en la lucha contra el ISIS, parecen haberle otorgado la oportunidad perfecta para proclamar su particular “Emirato” en Siria, cosa que muchos analistas especializados en el conflicto afirman que sucederá tarde o temprano.

Facciones que combaten en la Guerra Civil Siria. Imagen libre de derechos.

Sin embargo, su táctica sobre el terreno y su estrategia publicitaria chocan frontalmente con las premisas del Estado Islámico. Frente a la polarización social que el EI pretende establecer mediante sus vistosas ejecuciones, Al-Nusra prefiere ganarse al pueblo sirio de una manera mucho más silenciosa. Su prioridad más absoluta consiste en consolidar sus posesiones en Siria, asunto que será prácticamente imposible de secundar si se constituyen como uno de los blancos principales de la coalición internacional liderada por EE.UU. Así pues, su táctica actual consiste en no atacar bajo ningún concepto a Occidente. Son pacientes, y saben cuándo y cómo actuar. Una derrota del EI aumentará la fuerza y capacidad del Frente Al-Nusra. Por eso es que ahora “callan”. Y la estrategia parece dar sus frutos. Apenas se habla de que casi 10.000 soldados de Frente Al-Nusra han llegado a Alepo. Ya que Al-Nusra, al igual que el EI en Mosul, busca dar su particular golpe de efecto en suelo Sirio. Sólo entonces, cuando de verdad vean esa posición asentada, engrosarán las filas de la “Yihad Internacional”. Mientras tanto, esperan pacientes a que la gran batalla por Alepo decida quién es la fuerza más poderosa del norte de Siria.

Alepo bajo asedio

Desde el pasado Febrero, todos los indicios parecían apuntar a que esta ciudad se convertiría en el nuevo eje de la guerra en Siria, y el tiempo ha terminado por confirmar esta teoría. La guerra se recrudece a cada día que pasa, y la batalla por Alepo no ha hecho más que comenzar. Sólo durante la primera semana del mes de Febrero se contabilizaron más de 1400 ataques aéreos sobre la ciudad. La aviación rusa confirmaba así cuál sería el próximo objetivo del régimen de Bashar. Alepo, el principal bastión rebelde, debe ser tomado cueste lo que cueste. Ya que sólo de esta manera, eliminando de la oposición siria cualquier rastro moderado, podrá presentarse frente a Occidente como la única opción viable para combatir el yihadismo. Así las cosas, el pasado 12 de Abril milicias de Hezbolá apoyadas por tropas mecanizadas del ejército sirio atacaron las posiciones de Frente Al-Nusra en las afueras de Alepo. Y pese a la aparente superioridad de las tropas de Bachar, la filial de Al-Qaeda en Siria parece haberles ganado este primer envite. Ni siquiera con el apoyo de la aviación rusa y de las fuerzas especiales iraníes han conseguido romper sus líneas. Más de 100 muertos, en un frente, y en un solo día. Y esto no ha hecho más que comenzar. Todos los indicios apuntan a que las líneas quebrarán tarde o temprano, pero ni siquiera los analistas más informados son capaces de predecir cuál será el futuro de Siria tras la batalla de Alepo.

Occidente como espectador

La nueva gran batalla por el futuro de Siria parece haber comenzado. Y mientras tanto, Occidente observa como si de un mero espectador se tratase. Sin un proyecto definido, y con unos aliados regionales extraordinariamente beligerantes, las potencias europeas y los EE.UU parecen seguir contentándose con apoyar a unos kurdos que poco más pueden hacer por la resolución del conflicto. El Kurdistán tiene unas fronteras relativamente delimitadas, y más allá de ellas sus milicias apenas encontrarán apoyo alguno. Es absolutamente necesario apoyarlas, pero ni mucho menos es esto suficiente para poder terminar con el conflicto sirio.

Milicianos kurdos muestran su apoyo al PYD. Imagen libre de derechos.

Una vez más, Occidente ayuda sin proyecto de futuro. Primero fue el Ejército Libre Sirio, y ahora el YPG kurdo. Las entregas de armas se siguen sucediendo. Sin embargo, aún no sabemos cuál es el proyecto político occidental para Siria. Rusia sin embargo tiene perfectamente claros sus objetivos. Pero, ¿Y nosotros? ¿Sabemos realmente qué es lo que queremos para el futuro de Siria? Puede que algún día, tarde o temprano, la Historia rinda cuentas sobre lo que pasó en este conflicto. Y sobre si hicimos o no lo que estuvo en nuestra mano para que este terminase. Incluso puede que sea también esta reflexión a futuro la que por fin nos haga ver lo poco que hemos colaborado para que Oriente Medio consiga de una vez vivir en paz.

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