Los pasados 6 y 13 de diciembre los ciudadanos franceses eran llamados a las urnas para escoger a los consejeros regionales de las nuevas regiones recientemente redefinidas. Ninguna región ha caído en las manos del Frente Nacional pero su progresión tanto en las urnas como en puestos de poder nos alarma. JEF Francia acepta la decisión de los electores. No obstante deploramos la importancia cada vez más importante que tienen el Frente Nacional y las tesis nacionalistas en el espacio político. Nos oponemos claramente a este partido que no apoya los valores que fundan nuestro compromiso, que presiden nuestro ideal y que dirigen nuestras democracias.
Estamos decepcionados por el camino que ha seguido la campaña antes del escrutinio. Populistas y demagogos, tratando de sacar rédito de los miedos, han desviado la campaña de las cuestiones esenciales de estas elecciones. Las regiones, que tienen un papel clave en el dinamismo económico de los territorios, la movilidad intra-regional y transfronteriza, la formación, las ayudas a asociaciones, la cultura y la educación, están destinadas a obtener más competencias en los próximos años. También tendrán que gestionar unos presupuestos mayores, ampliamente alimentados por los fondos europeos que ayudan concretamente al desarrollo de los territorios, por ejemplo con la construcción de infraestructuras o financiando programas de inserción.
Nos unimos a los miedos de nuestros vecinos europeos que ven como, elección tras elección, el Frente Nacional y otros partidos nacionalistas análogos en Europa se acercan al poder. Insistimos en recordar que estos partidos no tienen ninguna solución creíble que aportar a los problemas que conocen hoy en día los europeos y entre ellos los franceses. Ocurre lo mismo con el tema de las regiones, cuyas competencias y acciones influyen concretamente sobre la vida de los ciudadanos y que colaboran estrechamente con otras regiones europeas. Un repliegue nacional sobre nosotros mismos no resuelve nada y es muy perjudicial para esta relación benéfica.
Tenemos que trabajar, a todos los niveles desde el local hasta el mundial, pasando por el nivel nacional y el europeo, con el espíritu abierto, creativo e innovador de la juventud para inventar el mundo pacifico de mañana. Esta fuerza de iniciativas y de debates, esta acción ciudadana es una lucha que JEF va a mantener junto con otros representantes de la sociedad civil para que los ciudadanos encuentren su sitio en el proceso de decisión de nuestras democracias y en el espacio público europeo.
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